Polaris mete a Cáceres en el PlayOff

72-83. Los murcianos ofrecieron un juego penoso en la segunda parte

Cáceres empezó el encuentro despistado. Espósito, en su primer partido con los murcianos, encontró pronto el aro del rival. Cuando los extremeños consiguieron secar a Espósito se le apagaron las ideas a todos sus compañeros y al banquillo, incapaz de reaccionar, para terminar totalmente perdido e incapaz de ofrecer la más mínima resistencia su rival.

Las dos primeras canastas del partido las logró Espósito, desde los 6’25 y con un tiro en suspensión. Ello parecía presagiar la tan ansiada mejora en el juego exterior de Polaris World. No sería más que un espejismo, que duraría toda la primera parte.

Cáceres 2016 empezó haciendo defensas alternativas. A los 5 minutos de partido el marcador reflejaba un 10 a 5 a favor de Polaris, que seguiría ampliando su ventaja gracias al acierto anotador de Espósito y de la buena conexión entre Turner y Cuthrell, que anotaría 10 puntos en este primer cuarto, merced a los pases de canasta del veterano base de Memphis.

Por parte de los visitantes el único jugador que conseguía ver aro con facilidad era Vicario, debido a las facilidades defensivas que brindaba su par, Espósito, lo que haría que el alero de los visitantes terminara siendo el mejor jugador del partido, con 21 puntos y un único fallo en sus tiros de campo.

El escolta italiano anotaba y, además, conseguía dar buenos pases a sus compañeros tras sus penetraciones. No se sabe aún los sistemas, con lo que abusó de la fórmula de penetrar y doblar. Tanto que los de Cáceres terminaron por coger la idea: si no hay tiro al recibir el balón se penetra, si entonces tampoco se consigue lanzar se busca sacar fuera el balón a un compañero. Tantas veces lo hizo, y tantas veces salió bien en la primera parte, que quedó claro enseguida para Bohigas lo que había que hacer. Los jugadores de Cáceres dejaron de hacer ayudas cortas y se limitaron a esperar que el escolta italiano agotara el bote en carrera y tratara de doblarlo fuera. Entonces aparecían los brazos en alto de los defensores que terminaban capturando el balón. Hasta 7 balones llegó a perder el flamante fichaje de Polaris.

El primer cuarto fnalizó con 18 puntos de ventaja de los locales (25-8). En el segundo los jugadores de Chete Pazo mantuvieron la tónica anotadora durante unos minutos, para empezar a perder fuelle en los minutos previos al descanso. Cáceres mejoró su juego y consiguió un intercambio de canastas durante unos minutos. Polaris no desentonó gracias a dos triples consecutivos de Espósito, que para entonces llevaba anotados 4 de sus 6 intentos de 3 puntos.
Al descanso, el marcador reflejaba un 43-28, y Espósito parecía haber tomado con naturalidad las riendas de su nuevo equipo (8 puntos en el primer cuarto y 6 en el segundo). En ese momento, Los Barrios dominaba en su encuentro frente a Gijón, lo que dejaba fuera del playoff a Cáceres 2016. Los extremeños deberían hacer una buena remontada si querían entrar en la disputa de las eliminatorias por el ascenso a la ACB. Y remontaron.

Durante la segunda mitad los jugadores de Bohigas ya se habían aprendido la lección, e interceptaban uno tras otro sucesivos pases de Espósito, en cuya defensa se alternaban varios jugadores. El italiano anotó su siguiente canasta, y última, en la jugada que cerró este cuarto. Para entonces los cacereños ya habían dado claramente la vuelta al marcador y empezaban a sacar los colores al entrenador local, Chete Pazo, totalmente impotente ante la avalancha de despropósitos de sus jugadores, que habían encajado un parcial de 11-22. Mientras, Vicario se hacía grande ante la pasividad del ex de los Raptors, que le dejaba penetrar para anotar fácilmente o, ante las ayudas defensivas, regalar una de sus 7 asistencias al jugador que se quedara sólo.

Durante el último cuarto, que se inició con los visitantes a punto de culminar su remontada (54-50), se consumó el desastre que se veía venir. Los jugadores locales eran un juguete en manos de los de Cáceres 2016, quienes, sin realizar un excepcional partido, hacían las suficientes cosas como para anotar y frustrar los intentos de su rival. Chete Pazo se vió desbordado y no supo cómo mover su banquillo. Incluso Cuthrell se permitió el lujo de recriminarle por sacarlo del partido. Tras ese desaire del norteamericano el entrenador de Polaris volvió a ponerle en pista apenas un minuto después.

Mientras los jugadores locales daban palos de ciego, Asselin, que había estado muy desacertado durante la primera mitad, despertó y terminó realizando unos buenos minutos finales. Intimidó y taponó a Cuthrell, al que terminó sacando de la pista. Blackshear también se apuntó a la fiesta, y terminó firmando 18 puntos.

Es posible que, de haberse realizado antes los cambios de entrenador y escolta, Polaris afrontara con más esperanzas el próximo playoff. Sin embargo, con tan sólo unos días de preparación, no parecen en condiciones de afrontar con garantías la eliminatoria. La total falta de capacidad de reacción hicieron preocupar a la grada y que sonaran los primeros abucheos de la era Chete Pazo. Muy duro deberá trabajar esta semana para mejorar la imagen de su equipo en la eliminatoria contra Huelva.

Cáceres emprendió regreso a casa feliz por la satisfacción del trabajo bien hecho, y seguramente desconcertado por las dos caras tan distintas que ofreció su rival. La eliminatoria contra Fuenlabrada será su premio, aunque pocas apuestas se inclinarán a favor de Cáceres 2016.

Esta crónica se publica también en EnCancha.com

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