Los fichajes de los interiores del Polaris

Si se resuelven los problemas con el fichaje de Dragic para el puesto de base la plantilla del Polaris sólo quedará pendiente fichar los dos jugadores interiores extracomunitarios.

De momento, para las rotaciones interiores están renovados Triguero y Pedro Fernández. El pívot de Gandía cuajó una gran temporara en LEB y se espera que sea una de las jóvenes promesas de esta temporada. El rol de Pedro Fernández parece que será más secundario. Ello quiere decir que se confía en las posibilidades de Triguero como jugador importante desde el banco o que se deja la puerta abierta a fichar un quinto pívot.

Lo que está claro es que hasta ahora la plantilla no es ni demasiado mala ni tampoco espectacular. Por ello, si los dos fichajes son grandísimos jugadores el equipo tendrá un buen nivel, pero si los fichajes no están a la altura de las circunstancias estaremos ante un equipo candidato al descenso.

Morate es totalmente críptico con los medios de comunicación, con lo que los únicos datos que terminan filtrándose provienen de personas que no están siguiendo directamente el tema de los fichajes. Ello quiere decir que el valor que hemos de darle a los nombres que se barajan es bastante relativo.

Lo último que se comenta en los mentideros es que el fichaje de Kevin Thompson (ex Girona) está prácticamente hecho, pero un servidor no se cree nada mientras no vea la nota de prensa de Ana Rosas, que también se suele enterar apenas 5 minutos antes que nosotros. No obstante, se trata de un gran jugador. Un 5 fuerte, peleón, reboteador pero que también sabe hacer sus puntos en ataque. El posible problema es el de la mayoría de fichajes que se está haciendo: la edad. En el caso de los bases les falta experiencia, y en el resto podría ser que alguno de ellos llegara pasado de años. Recordemos que Thompson tiene ya 35 años, que no son pocos.

Otro de los nombres que suenan desde hace tiempo es el de el Bud Eley (Ex Auna, Granada y Menorca). Fue nombrado mejor defensor en la temporada 2003, cuando jugaba en las Canarias, y máximo anotador de la liga Turca en la temporada 200/01. Se trata, por tanto, de un jugador aguerrido en defensa pero que puede aportar con cierta facilidad en ataque. Es el más joven de los que más suenan (31 años), pero la duda es si alguna de sus últimas lesiones le pueda haber dejado una secuela excesiva.

De forma casi anecdótica podríamos citar el nombre de Lou Roe que, una vez desvinculado del Caja San Fernando, parece haber puesto rumbo a Corea siguiendo el olor de los abundantes dólares que allí le ofrecen. Roe no es un gran defensor, pero es un fenómeno atacante. Ha sido varias temporadas máximo anotador y jugador más valioso de la ACB, al menos en cuanto a números. Posee un muy buen tiro de tres y unos excepcionales movimientos en el poste bajo, de forma que, pese a su baja estatura (2,01) es dificilísimo de parar en el uno contra uno. Aunque también está en los 34 años su último año ha sido muy bueno.

Lo que tiene toda la pinta de ser un error, cuando no una tomadura de pelo, es la circulación del nombre de Victor Alexander, un jugador de nada más que 37 años aunque, eso sí, con una excepcional trayectoria a sus espaldas. Muchos minutos en NBA y grandísimos equipos europeos en su currículum, pero 37 años me parece una edad disparatada para alguien que no fuera Michael Jordan o Magic Johnson. Yo apuesto porque el jugador al que le podrían haber hecho una oferta era Alexander, pero no Victor, sino Demetrius Alexander. Demetrius, además de un gran jugador también, tiene algunos años menos (31), pero desde principios del mes de julio ya había rubricado su firma con el Caja San Fernando, precisamente para cubrir el hueco de Lou Roe.

Otra posibilidad es que todos estos nombres no sean más que maniobras de distracción, para tenernos entretenidos hablando de ellos mientras Morate mueve los hilos para traer a los que verdaderamente anhela. El problema es el de siempre, el dinero. Las grandes figuras de verdad procuran fichar por los grandes. Una vez que los grandes han fichado los equipos de nivel intermedio pueden optar a hacerse con los servicios del resto de jugadores. El problema para los modestos, como es el caso del Polaris, es que cuando se le hace una oferta a un gran jugador, aunque sea mejor económicamente que otras, éste prefiere acogerse a la oferta de un equipo con más solera, preferiblemente que juegue competición europea, aún ganando menos dinero de lo que lo haría aquí.

Pero en fin, todo esto es hablar por hablar. A ver si, como se hartan de repetir, "en las próximas horas" tenemos algún fichaje que llevarnos a la boca y empezar a perfilar el nivel de la plantilla con algo más de fundamento, que tampoco sería mucho, pues hasta que no empiecen a jugar partidos de verdad será dificil hacerse una idea cabal.

Esperemos acontecimientos.

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