Alejando fantasmas

M. Bunbury espoleando a la afición (Foto: V. Soriano)
Sufridísima victoria (infinitamente más de lo que refleja el marcador final de 88-75) la de anoche en el Palacio de los Deportes frente a Estudiantes, un equipo al que no se le ve con mimbres sobrados para hacer grandes cosas esta temporada. Tiene ahí un gran reto Pepu Hernández. Cuando parecía que el partido se encauzaba la renta comenzó a mermar y reapareció la sombra de fantasmas del pasado, felizmente disipada con inteligencia e intensidad en los últimos minutos.

Al UCAM Murcia se le ve jugar demasiado consciente de sus mermas. Aunque no tienen otra que darlo todo en cada segundo los jugadores son conscientes de que ni se pueden meter en faltas ni pueden fundirse del todo en la primera parte, pues ahora mismo apenas tenemos 7 jugadores y medio capaces de sumar de verdad en cada partido. Una sensación extraña visto desde la grada, el ver a jugadores como Franch, todo potencia y nervio, conteniéndose, sabedor de que no puede meterse en 5 faltas ni gastar toda la gasolina demasiado pronto. Algo parecido parece suceder con Augustine, fundamentalísimo para darle solidez a este equipo bajo los aros pero con un banquillo interior muy corto con la lesión de Kurtz, quedando sólo Sekulic (gran partido el suyo ayer) como otro interior puro de primer nivel, con la ayuda de Rejón (que vino a tener un rol secundario) y Barlow, que no es interior puro y está teniendo que jugar muchos minutos de interior sin serlo.

El caso es que un equipo del perfil de este UCAM Murcia no puede permitirse el lujo de guardarse demasiadas cosas para después, pues corre el riesgo de que se le vaya el partido en el camino. Anoche tuve la sensación de que los de Guil vivían al borde de la navaja, arriesgando lo justo para no salirse del partido y tratar de llegar vivos al tramo final, algo complicadísimo si no se tiene un nivel de calidad excelente en cada uno de los miembros de la plantilla, como es el caso.

Afortunadamente para el CB Murcia, Estudiantes es un equipo en una situación parecida. Demasiados jugadores jóvenes o de un nivel justito para esta liga que hay que mover haciendo encaje de bolillos para poder llegar a los finales de partidos con opciones. Y en ese duelo económico (la economía consiste en gestionar adecuadamente bienes limitados) Luis Guil le ganó la partida a Pepu Hernández, especialmente en la segunda parte.

El CB Murcia estaba anotando con fluidez. En la primera parte ya había logrado 44 puntos, algo que en esta liga Endesa parece al alcance del Real Madrid y pocos equipos más, pero el problema no estaba ahí, sino en defensa, pues enfiló vestuarios con 47 puntos encajados, lo que marcaba una proyección de victoria de partido metiéndose en 100 puntos, algo poco realista para este equipo. No quedaba otra, había que mejorar en defensa, tanto en intensidad como en calidad defensiva (que no es lo mismo).

Esa vuelta de tuerca a la defensa le permitió al UCAM Murcia hacerse con el mando en el marcador, aunque teniendo que sumar varios lastres en el camino, como el tener a los interiores cargados con faltas (bueno, y ayer también a los exteriores al final). Otra carga fue el ser conscientes de que Franch tendría que volver a jugar una minutada, pues Popovic dejó claro que aún está perdidísimo, hasta el punto de que durante el minuto y 57 segundos que jugó el serbio el Estudiantes sacó una renta de 7 puntos, lo que dejaba claro que no volvería a jugar durante este partido.

A ese lastre había que sumar los fantasmas del pasado. Son ya un buen montón de partidos los que el CB Murcia cosecha una renta interesante durante la primera parte que va perdiendo durante la segunda conforme se le va agotando la gasolina y las ideas y termina perdiendo el partido en el tramo final. Durante unos minutos parecía que se iba a volver a repetir la película. De hecho, la renta de hasta doce puntos lograda en el tercer cuarto llegó a quedarse en apenas dos o tres en el último, minutos en los que el balón parecía quemar en las manos de algunos jugadores.

Afortunadamente para el UCAM Murcia, ni Estudiantes supo jugar correctamente el final de partido ni los de Luis Guil llegaron a perder el rumbo, consiguiendo mantener la suficiente sangre fría como para jugar con inteligencia e intensidad máxima esos momentos finales.

Creo interesante hacer una mención expresa al papel que ayer tuvo la afición. Durante todo el partido, y muy especialmente en esos minutos finales, la afición respondió de maravilla, con unos 5500 espectadores en la grada, gran parte de ellos niños gracias a la política de puertas abiertas para el partido de ayer (los menores de 12 años no pagaban y los adultos que aportaran un juguete para la campaña solidaria tampoco). Es muy gratificante asistir a un partido con el público entregado llevando en volandas a su equipo, algo en lo que la mano de un hiperactivo y enchufadísimo Manolo Bunbury como maestro de ceremonias se dejó notar.

Las sombras pasan por la aún insuficiente aportación de Popovic. Entiendo que con apenas tres entrenamientos en el cuerpo no es fácil salir a dirigir un equipo ACB en un partido tan importante como el de ayer viniendo de una liga como la serbia (he visto algún video y creo que con el equipo de Capuchinos de Nacional Femenina he podido estar en partidos con más gente y ambiente en la grada). Sin embargo, es crucial que el serbio pueda dar alguna rotación de calidad. Si además pudiera dar también alguna rotación en el puesto de escolta el efecto multiplicador sería tremendo en cuando a la mejora de rotaciones en general, algo decisivo para que este equipo pueda jugar sin pensar tanto en el freno de mano y así no guardarse absolutamente nada en ningún momento. Los tiempos en los que se podía jugar con garantías con seis o siete jugadores ya pasaron. En ACB es inviable ir al largo plazo con sólo 7 jugadores de primer nivel.

La otra sombra que veo tiene indirectamente que ver con Popovic, pues Walsh está ofreciendo un nivel de juego bastante interesante conforme pasan las semanas, al menos en pista delantera, porque lo que es defender defiende poco. Eso plantea el problema de qué hacer con Kurtz cuando se recupere (supongo que estará ya casi). El jugador interior no ha dado hasta el momento de su lesión el nivel que se esperaba más que muy puntualmente, aunque en algunos partidos sí esbozó ser el jugador que se buscaba. Ahora falta tomar la decisión de seguir con Walsh y apartar o cortar a Kurtz (mejorando poder ofensivo exterior pero perdiendo solidez interior) o bien hacer lo contrario, con lo que el problema lo tendríamos en el exterior. Por eso digo que si el serbio pudiera dar buenas rotaciones exteriores sería menos traumática la pérdida de Walsh pese a lo que aporta en ataque. En definitiva, complicada decisión con múltiples variables a tener en cuenta.

La lectura global positiva sería que pese a los problemas de lesiones y plantilla corta ya son 4 las victorias logradas hasta ahora, lo que haría una proyección de más de 11 al final de temporada, algo muy cercano al objetivo final previsto para salvar la categoría, que se puede fijar entre 12 y 14 victorias. De momento el equipo se sitúa fuera de la zona roja con la que la tabla de clasificación resalta los dos últimos puestos, lo que psicológicamente también tiene su valor.

Ahora toca seguir trabajando. Espero que lo peor ya haya pasado.

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