¡Salvemos al Estudiantes!

José Javier Murgui
Si lo que se ha visto esta noche en el Palacio de los Deportes no ha sido parte de un complot para salvar al Estudiantes la verdad es que se le parece un disparate. No digo que necesariamente exista ese complot, pero lo que es parecerse, se parece.

No se trata ya de polémica arbitral, de situaciones concretas que unos vemos de un modo y otros de otro. Se trata de que el arbitraje decididamente tenía claro que haría todo lo posible para que perdiera el UCAM Murcia. El equipo murciano no estuvo tan fino como otros días, cierto es, pero eso no deja de ser otro aspecto que ya habrá salido señalado en las crónicas del partido.
El caso es que lo vimos ya en el minuto dos, en el que cualquier contacto (o no) de jugadores del CB Murcia se señalaba como falta sin ocurrir lo mismo en el otro lado. Vamos, lo que viene siendo un ansia de pitar y meter en problemas a uno de los equipos.

En el tercer cuarto la cosa cantaba bastante en cuanto a número de faltas señaladas, con lo que García Ortiz, Murgui y Carlos Cortés, los árbitros del encuentro, maquillaron rápidamente y señalaron un buen montón de faltas absurdas a Alicante, hasta que el número de bombillas en el marcador de Alicante no desentonaba con el local. A partir de ahí, nada más empezar el último cuarto, estaba claro lo que iba a pasar: cuatro faltas en contra de los murcianos en apenas un par de jugadas y la defensa del CB Murcia hipotecada para el resto de partido.>

Me dirán que quizá eso en sí mismo no es para tanto. No, pero hay más. La gestión de lás técnicas e instantes finales también tiene su miga. Mientras que a Vidorreta le avisaban una y otra vez cuando se metía en la pista, ya fuera con balón en juego o en los tiempos muertos tras encararse con el sector de grada que tenía a sus espaldas (por lo visto le molestaba en demasía el ruido de la grada que tenía detrás) esos mismos colegiados a Quintana le pitan técnica aparentemente por nada (y de hecho él en rueda de prensa afirmó que no había dicho absolutamente nada cuando le pitan la técnica) y de la forma que más duele: con posesión para tu equipo a falta de muy pocos segundos para el final de cuarto. A falta de dos segundos para el final de partido, y viendo que el encuentro se acababa y no lo perdía Murcia, los colegiados (no tengo claro quién de los tres la señala en concreto) con el partido empatado se inventan una falta donde no hay contacto alguno y, del tirón, le pitan una segunda, y por tanto descalificante, técnica a Quintana por pisar el área de juego de la pista, sin que Vidorreta, que había hecho lo propio durante el partido, recibiera otra cosa que un buen montón de avisos.

No deja de ser un partido, dirá el otro. Bueno, no sólo. Recuerdo el arbitraje en Valencia, con las ¿22? faltas en un cuarto y la descalificación, también entonces, de Quintana en el tercer cuarto.

Ya se está vd. poniendo tiquismiquis, afirmará el otro. Vale, más partidos. Juega Lucemtum contra Estudiantes y vemos una de las peores actitudes que ha visto uno sobre una pista por parte de los alicantinos. De esto que uno se dice eso de que porque sabemos que nadie mínimamente honrado se dejaría perder a propósito, que si no fuera por eso diríamos que Lucemtum se ha dejado perder contra Estudiantes, mientras que hoy parecía jugarse la final de la Euroliga (como el CB Murcia, vamos). A una pregunta al respecto por parte de una periodista en rueda de prensa Txus Vidorreta contestó que el cambio de actitud tan brutal se debe a que él es un entrenador cojonudo y los puso firmes el otro día. Entiendo que si ese argumento es válido y es mérito del entrenador el subidón de ganas de hoy también deberá ser demérito del entrenador el fraudulento partido del otro día, o estaríamos entrando en ventajismos con eso de lo bueno es mío y lo malo de los jugadores. Habrá que pensar que en lugar de negarse a contestar la pregunta (que no sé porqué ha de negarse, pues parece pregunta más que obvia y necesaria) Vidorreta contestó la primera tontería que le vino a la cabeza.

O quién sabe, que lo mismo veo fantasmas y al final el único fantasma que realmente sobrevuela sobre todo esto es el de Regino Olivares, agente del núcleo duro de jugadores del Lucemtum, jugadores que, como el resto, parecen tener problemas de cobros últimamente en ese club, como no podría ser de otra manera estanto la cosa económica en el Lucemtum tan mal como todos sabemos. Pero claro, eso de los impagos lo mismo explicaría la bajada de manos del otro día, pero no que hoy jugaran como si les fuera la vida en ello (como es su obligación hacer cada día, por cierto). Imagino que el hecho de que el sr. Regino no sea precisamente santo de devoción en el club murciano lo mismo apunta un matiz oportuno al tema.

El que no ha dejado de tener narices a la postre ha sido Oscar Quintana, quien en rueda de prensa, tras el arbitraje perpretado hoy, en Murcia, en casa, en su pista, todavía se ha apresurado a avanzar a la prensa las posibles cuentas que hay que echar a partir de ahora, afirmando que "todavía perdemos los dos próximos partidos y ganamos el último y nos salvamos" (en Madrid contra Estudiantes, última jornada de liga, con arbitraje pitándole a Estudiantes en su casa y en juego el descenso de un "histórico de la ACB")

Que lo mismo todo esto que cuento está plagado de inexactitudes y no son asuntos hilvanables uno con otro y no hay complot, y el último día se planta el UCAM Murcia en Madrid y el arbitraje no le echa una mano al Estudiantes. Un momento, que voy a reirme y ahora vuelvo.

Ya he vuelto, pero básicamente para despedirme con un consuelo de tontos. Hace poco, mientras ejercía mi modesta faceta de entrenador, me señalaron una técnica absurda en unos instantes finales de un partido igualado por no controlar del todo la tensión del momento, lo que contribuyó a perder un partido muy importante para mí y mis chicas. Yo no soy aún más que un entrenador novato y amateur, pero no dejo de pensar que Quintana ya va teniendo una experiencia y tal vez debería haber sido capaz de darse cuenta de que los árbitros iban a por él (y a por todo lo que se moviera del CB Murcia) y haber sido capaz de controlarse y no meterse en la pista y darles la excusa que estaban esperando. Creo que yo no volveré a darle una patada a una silla durante un partido, pero es que a Quintana ya lo han descalificado un par de veces en un mes.

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